La silla Elda de Joe Colombo es un icono italiano que cada año se hace más popular. La odias o la amas. Yo estoy definitivamente en esta última categoría, por lo que hace poco le dimos a este icono un lugar en nuestra sala de estar. La silla destila fuerza y, cuando te sientas en ella, eres uno con su cómodo diseño. Esta semana, con Whoppah Explores, nos sumergimos en el mundo del extraordinario diseñador italiano Joe Colombo.
Cesare (conocido como Joe) Colombo, nació en 1930 en Milán. En los años sesenta se adelantó a su tiempo, diseñando objetos atrevidos y audaces que mostraban una fuerte visión optimista. Esto le valió entrar en la historia de los grandes diseñadores italianos. Gracias a su energía y optimismo, el famoso diseñador produjo una obra extraordinariamente amplia en su trágicamente corta carrera. No sólo murió joven, a los 41 años, de un fallo cardíaco, sino que empezó a diseñar relativamente tarde, ya que dedicó sus veinte años a la pintura y la escultura.
Como ocurre con muchos otros diseñadores, Colombo no comenzó su efímera carrera como diseñador. En sus años de formación, se dedicó a las bellas artes, como la pintura y la escultura, y estudió en la Academia di Bella Arti de Milán. Joe Colombo no empezó como diseñador hasta 1953 con la creación de un techo para un club de jazz de Milán, que incluía tres zonas de estar al aire libre, proyecto que le inspiró para matricularse en Arquitectura en la Universidad Politécnica de Milán. Más tarde, en 1962, abrió un estudio de diseño en Milán para trabajar en encargos arquitectónicos, experimentando sobre todo con nuevos materiales, especialmente el plástico. En su década como diseñador, Colombo fue excepcionalmente prolífico. Creó algunos de los productos más memorables de los años sesenta: desde la Universale, la primera silla fabricada con un solo material, hasta futuristas sistemas de vida "todo en uno". Todos sus primeros diseños tienen algo en común: son atrevidas formas curvas escultóricas.
En 1963, Joe Colombo visitó un astillero en el que se fabricaban cascos de fibra de vidrio para embarcaciones y le llegó la inspiración: ¿por qué no utilizar la misma técnica para la base de una silla? El resultado: un sillón espacioso y futurista en el que siete cojines extraíbles pueden girar 360º dentro de una carcasa de fibra de vidrio moldeada. Se convertiría en un icono y le puso el nombre de su mujer, Elda. Este sillón se encuentra en el Louvre y en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, y Elda llegó a protagonizar la película de Bond de 1977 La espía que me amó, la serie de los setenta Espacio: 1999 y la película de 2012 Los juegos del hambre.
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